Islas (Línea especial 2026)
- Congreso H
- 28 oct
- 3 Min. de lectura
La definición oficial de la palabra isla se refiere a una porción de tierra rodeada de agua por todas partes, un territorio cerrado al que se accede gracias a medios de transporte marítimos y aéreos, y donde a veces abandonarla es muy complicado. Un lugar que por su singularidad puede ser para unos un paraíso y para otros un infierno.
Aunque se tenga una idea general de lo que es una isla, su diversidad es notable: reales o imaginarias, desaparecidas o utópicas, naturales o construidas por el ser humano, móviles, flotantes, o efímeras como San Borondón. Lo mismo ocurre con la fauna que las habita: reclusos, indígenas, muertos o criaturas extraordinarias. Más allá de ser simples accidentes geográficos, las islas se han convertido en territorios míticos, enraizados en el inconsciente colectivo gracias a la literatura y, por supuesto, a sus representaciones en la pantalla.
Sus dimensiones también son muy diversas. La palabra isla proviene del latín insula, que significa “lugar pequeño”, casi un islote. Sin embargo, existen territorios aislados y rodeados de agua que son inmensamente extensos, como Groenlandia o Madagascar, e incluso ciudades-isla como Venecia y Ámsterdam.
Las grandes amenazas globales que enfrenta hoy la humanidad —medioambientales, sociales, económicas, de pobreza y salud, conflictos armados, violencia y brecha de género— se acentúan en los territorios insulares debido a su extrema vulnerabilidad ante todas ellas. El cambio climático provoca el aumento del nivel de los océanos, la pérdida de biodiversidad, la invasión de especies foráneas y la contaminación de los mares, afectando gravemente a las costas y poniendo en riesgo la existencia de islas que están a punto de desaparecer. Además, las islas han de saber afrontar sus propios desafíos internos, como la gestión de residuos, la superpoblación, el desempleo, la desigualdad, la explotación de recursos y la corrupción, a los que se suma el control geológico en aquellas de origen volcánico, como Canarias.
La cuestión es discernir cómo los medios de comunicación y los productos audiovisuales están abordando y representando estos problemas: si contribuyen a alertar sobre estas situaciones críticas o, por el contrario, las alientan, ya sea acatando o eludiendo los poderes públicos y económicos.
Los territorios insulares también generan efectos particulares en sus habitantes. Estos suelen sentirse aislados —una palabra que proviene de isla—, separados por límites que, en ocasiones, son mentales y difíciles de atravesar. Al mismo tiempo, los isleños tienden a ampliar psicológicamente las dimensiones de sus islas para no sentirse atrapados en un espacio reducido que puede llegar a intimidar, aunque ese mismo aislamiento, cuando es elegido, también puede ofrecer una experiencia de recogimiento y bienestar.
En el siglo XVII, John Donne escribió: «Ningún hombre es una isla», defendiendo la idea de que la humanidad debía permanecer unida. Sin embargo, en la actualidad, los seres humanos, aunque conectados con todo el planeta gracias a la tecnología, se encuentran cada vez más aislados de su entorno inmediato y de la realidad. Ejemplo de ello son los hikikomori, recluidos en sus islotes domésticos, o las múltiples “islas” que emergen dentro de las ciudades, no solo mentales, sino también físicas, como aquellas formadas entre las vías del tráfico rodado, donde queda confinado el protagonista de la novela La isla de cemento de J. G. Ballard.
En La isla misteriosa de Julio Verne, cuando el ingeniero Cyrus Smith despierta, les pregunta a los otros náufragos: «¿Isla o continente?». Esta distinción entre ambos tipos de territorio resulta fundamental, no solo para que alguien abandonado pueda sobrevivir, sino también para comprender la propia situación —incluso personal— de cualquier ser humano.
Sublíneas
7.2. Enclaves reducidos: construcción, deterioro y transformación impulsados por intereses económicos y su representación mediática.
7.3. Desarrollo urbanístico y arquitectura en islas: la lucha por el respeto al medio ambiente. El caso de Lanzarote y el legado de César Manrique.
7.4. Violencia y brecha de género en ámbitos insulares.
7.5. Los archipiélagos como escenarios de ficción: rasgos distintivos y su potencial para representar cualquier lugar.
7.6. Rodajes en islas: ventajas, desafíos, subvenciones y costes de la insularidad.
7.7. El aislamiento en las pantallas: de los robinsones a los cosmonautas perdidos.
7.8. Narrativas audiovisuales de tránsito entre islas y continentes: navegaciones, bucaneros, cartografías y descubrimientos.
7.9. Las islas en las series de televisión: de la comedia al fantástico, pasando por el género policiaco.
7.10. Imágenes y análisis sobre los visitantes como generadores de recursos económicos, influencia del turismo en territorios frágiles.
7.11. Las Islas Canarias en los medios y su representación en las pantallas.
Vicedirector
Jorge Gorostiza (Real Academia Canaria de Bellas Artes)
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